Esta moneda fue acuñada en la ciudad de Emporion (actual San Martín de Ampurias, Gerona), colonia griega que fue fundada en el año 580 a.C. por navegantes focenses, y junto con Rhode (actual Rosas, Gerona), son las dos colonias griegas de la península ibérica que acuñaron moneda, se trata, además, de las primeras monedas acuñadas en nuestra península.

 

Ambas colonias tuvieron la necesidad de emitir monedas propias por el aumento del comercio, empezaron con monedas menores, fraccionarias, y ya a partir de finales del s.IV empiezan a acuñar dracmas, con un peso teórico de 4,70 gramos, el mismo que el usado en la colonia que tenían los fenicios en Gadir (actual Cádiz). La influencia cartaginesa será clara en los primeros dracmas de Emporion, con el “caballo parado” y la cabeza de Perséfone, que quedó desplazado, tras la primera Guerra Púnica, por el pegaso volando propio de la cultura griega, y más en concreto de las emisiones corintias, y la cabeza de Aretusa rodeada de delfines, como es el caso de esta moneda que presento.

 

Estas emisiones de plata en Emporion acabarán en el s.II a.C., y el cierre definitivo de la ceca tendrá lugar un siglo después, relevada por la ceca latina de Emporia.