LA ALEGORÍA DE HISPANIA RECLINADA.

Alegorías de Hispania existen desde, posiblemente, el siglo I a.c. (familia Postumia), y la leyenda Hispanorum desde el s.II a.c. en la isla de Sicilia, en monedas acuñadas por mercenarios provenientes de la península ibérica.

Adriano, emperador que recorrió el imperio provincia por provincia, para conmemorar estos viajes acuñó monedas por cada una de ellas, así tenemos el caso de Aegyptos, Dacia, Gallia, Africa, Alexandria, Asia, Italia, Gallia, Germania, Cilicia, Iudaea, Phyrgia, Mauretania, Cappadocia, Syria, Achiae, Arabia, Britannia o Raetia, y como no Hispania. Es en este momento cuando nace la alegoría de Hispania que ha llegado hasta nuestros días, con la figura femenina reclinada a izquierda, con corona de laurel, el brazo izquierdo sobre unas rocas y sosteniendo una rama de olivo con su mano derecha. A sus pies, el conejo, de cuyo nombre deriva la denominación, de origen fenicio, de Hispania, o tierra de conejos. En el 269 d. c. el usurpador Ulpio Cornerlio Leliano utiliza de nuevo esta figura reclinada. 

Tendremos que esperar a 1869 para verla lucir de nuevo en nuestras monedas. Reaparece, en esta ocasión, con una corona mural y un nuevo peñón aludiendo a Gibraltar. Estamos ante un momento convulso de nuestra Historia, transición entre el derrocamiento de Isabel II y el establecimiento de la I República.

De nuevo, y en el inicio de milenio, renace esta figura en la última emisión de la peseta, año 2001. Aparece en la moneda más popular, los 20 duros rubios. También se emite una moneda conmemorativa de 2000 pesetas en plata.

INCISO SOBRE LA LEYENDA HISPANIA

Del término fenicio y luego adoptado por los romanos Hispania (iberia es el término griego) pasamos al Spania visigodo, y al de España medieval, pues ya a partir de los últimos años del siglo XII se designa a toda la península, sea de musulmanes o de cristianos, con el nombre de España. Así se habla de los cinco reinos de España: León, Castilla, Navarra, Portugal y Aragón (cristianos), con el territorio bajo dominio musulmán como territorio de España que ha de ser reconquistado. Siempre refiriéndose el término al conjunto de la península (e islas Baleares).

 

En tiempos de los Reyes Católicos empieza a mal usarse dicho término, pues son los inicios de la exclusión de Portugal y a identificarse con los territorios que heredan los Habsburgo en la península.

 

Y actualmente algunas regiones, nacionalidades, naciones, patrias, cada uno tiene el derecho a sentir lo que le dicte el corazón, empiezan a excluir determinadas regiones peninsulares de dicha denominación, en origen geográfica, y a identificarlo con la extinta Corona de Castilla, posiblemente por su preeminencia cultural y política durante varios siglos, y los intentos de homogenización del conjunto de territorios que formaban parte de la monarquía hispánica.

 

Felipe IV fue el último rey de todas las Españas, pues Portugal se independizó de facto en 1640, cansados de pagar las guerras en los Países Bajos, entre otras, y a partir de entonces el término histórico-geográfico de España fue fagocitado por el término político que ha llegado a nuestros días, y que excluye una de las antiguas Españas.