Croat de Carlos II, Barcelona, 1693.
Valor: Croat
Ceca: Barcelona
Reinado: Carlos II
Cataluña, Corona de Aragón, Imperio de la monarquía hispánica
Año: 1693
Diámetro máx: mm
Plata
Peso: g
Método de acuñación: “a rodillo”
Conservación: MBC-/MBC
Adquirido en: Aureo
Calicó 669
Anverso: CAROL · II · D.G · HISP · REX alrededor de busto del rey a izquierda.
Reverso: BARCINO CIVI 1693 alrededor de una cruz y roeles en 1º y 4º cuadrante y tres puntos en 2º y 3º
Canto: Liso
El croat se acuñó desde 1285 hasta 1706, apareciendo en el anverso el busto del titular del Condado de Barcelona y en el reverso la cruz que da nombre a una moneda de plata que equivalía a 12 dineros.
EL CONTEXTO HISTÓRICO
El reinado de Carlos II (1665-1700) se inició cuando contaba con tan sólo 4 años, ejerciendo la regencia su madre, segunda esposa de Felipe IV, Mariana de Austria, hasta su mayoría de edad.
Último monarca perteneciente a la casa de los Austrias de España (Habsburgo), su reinado está caracterizado por una situación de decadencia, con una situación económica, política y social crítica debido a la incapacidad de sus gobernantes y a la presión de potencias extranjeras. Esta crisis fue más aguda en los territorios de la Corona de Castilla y León, y no tanto en los de la Corona de Aragón. Y se materializó en una serie de devaluaciones monetarias que llevaron a la deflación de la moneda de vellón en 1680.
La presión de las potencias extranjeras la protagonizó principalmente Francia, quién llegó a ocupar parte de Cataluña, hasta que se calmó la situación gracias al Tratado de Rijswijk, tras una guerra en la que España intervino en las filas de la Liga de Ausburgo, junto a Austria, Baviera, Brandeburgo, el Sacro Imperio Romano Germánico, Inglaterra, los Países Bajos, el Palatinado, Portugal, Sajonia, Suecia y las Provincias Unidas. Luis XIV se vio obligado a devolver a España plazas en Cataluña. Flandes y Luxemburgo, aunque perdimos parte de la Isla de la Española (la parte que hoy día es Haití).
Al final de su reinado, al no tener descendencia, se inició una disputa por su herencia. El candidato designado en un principio fue José Fernando Maximiliano, hijo del elector de Baviera, pero falleció en 1699, con lo que la disputa se inició entre el archiduque Carlos, hijo del emperador del Sacro Imperio R. G. Leopoldo (biznieto de Felipe III) y Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV (biznieto de Felipe IV).
Carlos actuó pensando más en su patria que en su estirpe, eligió al francés, pues entendía que era el único que podría asegurar la integridad territorial del Imperio Español, y así lo establecería en la cláusula 13 de su testamento.
La Guerra de Sucesión Española terminó enfrentando a los españoles, unos en el bando de Felipe de Anjou, quien estará apoyado por Francia, y otros en el bando del Archiduque Carlos, apoyado por el Reino Unido, el Imperio Austríaco, Holanda, Portugal y otros Estados menores, principalmente por el miedo a una unión dinástica de dos grandes potencias, España y Francia, que engullera al resto de potencias europeas.
La contienda finalizó con las firmas de los famosos Tratados de Utrecht y de Rastatt, y supuso, entre otras cosas, la entrada de una nueva dinastía como titular de la monarquía hispánica, Los Borbones.