El real de a 8 columnario
El real de a 8 columnario es una de las monedas más afamadas de la historia, entre otras cosas, por su aceptación a lo largo de gran parte del mundo conocido. Se podría decir que fue la primera divisa universal.
Este nuevo formato labrado con prensa de volante y con el canto acuñado con cerrilla desplazó a la conocida como macuquina, moneda que estaba acuñada a martillo, y que por sus características, eran fáciles de cercenar o adulterar
Sección de cantos:
Para entender la aparición del columnario de mundos y mares tenemos que tener en cuenta la promulgación en tiempos del reinado de Felipe V de las “Ordenanzas para las Casas de Moneda de estos Reynos i los de Indias” (de 9 de junio de 1728) y la “Nueva Ordenanza para la labor de las monedas, su lei, i ensayes, Ministros, i Operarios de las Casas, sus obligaciones, sueldos, i derechos” (de 16 de julio de 1730).
Fue en las cecas peninsulares donde primero se aplicaron las nuevas normas, ya en el año 1729 podemos disfrutar en las cecas castellanas de los nuevos tipos. A América tardaría todavía algún año, puesto que era costoso llevar hasta tan lejos la maquinaria necesaria para acuñar de esta manera tan preciosista, la prensa de volante. La primera ceca americana fue, como no, la mexicana, la más cercana en todos los sentidos a la metrópolis. A Potosí, cuyo nombre suena a plata, y es la ceca más emblemática del imperio, no llegó hasta el año 1767.
La nueva moneda presentaba un diseño revolucionario en su reverso: dos globos terráqueos, los cuales representaban los dos hemisferios, el oriental y el occidental, es decir, el nuevo y el viejo mundo, coronados por la corona real propia de la casa de los Borbones.
Bajo los hemisferios, la mar océana representada por unas ondas u olas. A ambos lados de los hemisferios las columnas de Hércules coronadas, con un paño que portaba la leyenda PLUS VLTR(A) de Carlos I, en contraposición al NON PLVS VLTRA mitológico, a la creencia ancestral de que no había nada más allá del Estrecho de Gibraltar.
Alrededor, la leyenda VTRAQUE VNUM, ambos son uno, la cual ponía en condición de igualdad a los territorios de uno y el otro lado del océano. Y a ambos lados de la fecha se sitúa la marca de la ceca.
El anverso tiene un grabado más clásico, parecido al que aparece en las monedas peninsulares, con el cuartelado de castillos y leones coronado, y con la marca del ensayador a su izquierda y valor a la derecha, rodeado de la leyenda con el nombre del rey en latín, acompañado de la “D(ei) G(ratia) HISPAN(iarum) ET IND(iarum) REX" o lo que es lo mismo "por la gracia de Dios Rey de las Españas y de las Indias". Por qué un cuartelado de castillos y leones, pues bien sencillo de explicar, porque la conquista de las tierras del Nuevo Mundo fue una empresa vinculada a la antigua Corona de Castilla y León.
El canto se labrará para evitar ese cercenado de la moneda, y el dibujo elegido será el de unas hojas de laurel.
El peso teórico de estos duros debía ser el de 27,064 gr y su ley de 916,667 milésimas, con una tolerancia de 2 granos de falta en la ley, hasta 909,722 milésimas, y de 4 granos de falta en el peso, hasta los 26,781 gr. No existía tolerancia para el exceso de peso.