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OTRAS EDAD ANTIGUA

Dracma de Vologases III, Partia

Valor: Dracma
Ceca: Ecbatana
Reinado: Vologases III.

Imperio Parto. Rey arsácida.
Año: 105-147 d.C.
Diámetro máx:  19 mm
Plata 
Peso:  3,9 g
Método de acuñación: “a martillo”
Conservación: MBC+.

Adquirido en: Soler y Llach

GIC-5831 VAR.

Anverso:  Busto diademado del rey hacia izquierda con larga barba y portando un aro como pendiente.
Reverso: Leyenda en griego en siete líneas formando un cuadrado. Arquero persa sentado sobre trono, sosteniendo arco.

Canto: Liso

Acompaña a otro dracma que tengo del Imperio Parto, en este caso de Osroes II:

Pero.... quíenes eran los partos?

Originalmente eran una tribu perteneciente a los escitas distinguidos por ser criadores de caballos, camellos bactrianos y comerciantes de la Ruta de la seda, que residía en el sureste del mar Caspio. Tras haber conquistado la provincia persa de Partia adoptaron el nombre partos, derivado de este lugar.
 

Partia aparece por vez primera como una entidad política en las listas aqueménidas de gobiernos locales («satrapías»).

 

Los partos también aparecen en la lista de Heródoto de pueblos sometidos a los aqueménidas

 

En la batalla de Gaugamela en 331 a. C. entre las fuerzas de Darío III y las de Alejandro Magno, una de tales unidades partas fue comandada por Fratafernes, que era entonces el gobernador aqueménida de Partia. Tras la derrota de Darío III, Fratafernes entregó su gobierno a Alejandro cuando el macedonio llegó allí en el verano del año 330 a. C. Fratafernes fue nombrado de nuevo gobernador por Alejandro. (foto Tetra Alejandro, de mi colección).

Tras la muerte de Alejandro, varios seléucidas serían nombrados gobernadores de la provincia.

 

En 247 a. C., después de la muerte de Antíoco II Theos, Ptolomeo III tomó el control de la capital seléucida en Antioquia. Aprovechando la incertidumbre de la situación política, Andrágoras, el gobernador seléucida de Partia, proclamó su independencia y comenzó a acuñar sus propias monedas.

 

Desde 250 a. C. a 238 a. C. los partos conquistaron, bajo su rey Arsaces, las regiones persas del imperio de los seléucidas y renovaron de esta manera el Imperio persa.

Desde su base en Partia, los dinastas arsácidas con el tiempo extendieron su dominio para incluir la mayor parte del Gran Irán.

 

En el año 141 a. C., con Mitrídates I como rey, los partos añadieron Mesopotamia a su imperio. Éste fue el primero en ostentar el título «Sháh an Sháh» (Rey de reyes). Con Mitrídates II (124/123–88/87 a. C.) se abre en el año 115 a. C. la ruta de la seda, recibiendo una delegación del emperador chino Liu Che, el Guerrero (Wu Di).

(Foto emperador chino)

El Imperio parto se convierte en rival de Roma para conseguir la hegemonía al este del Mediterráneo.

Una infinidad de confrontaciones militares caracterizó desde entonces la relación entre los dos estados. Una de las derrotas romanas más sonadas es seguramente la batalla de Carrhae del año 53 a. C., donde 20.000 soldados romanos perdieron su vida y 10.000 quedaron cautivos de los partos. La causa de esta batalla había sido la ruptura del tratado del año 69 a. C. que reconocía al Éufrates como frontera entre ambas potencias, por parte de Marco Licinio Craso, gobernador romano de la provincia de Siria.

En el año 20 a. C., bajo Augusto, el Imperio romano y el Parto reconocieron de nuevo el Éufrates con la ciudad Dura Europos como frontera.

 

Hubo nuevos conflictos bélicos con el Imperio romano bajo el mandato de Nerón (54–68 d. C.). Trajano consiguió victorias importantes sobre los partos, por lo que recibió el sobrenombre de «Párthico», aunque no consiguió la aniquilación completa del territorio. Con Adriano siguió una época de paz relativa aunque ya bajo Marco Aurelio volvieron a producirse enfrentamientos y los partos recuperaron los territorios perdidos.
(Busto Trajano)

A menudo en las guerras con los partos se demuestra el mismo esquema: tras una ofensiva sorprendente que a menudo conseguía llegar hasta Siria o Armenia, sigue un contraataque romano con tropas de refuerzo. Éstas a menudo eran exitosas y conseguían reconquistar Armenia y Mesopotamia. La capital parta, Ctesifonte, también cayó repetidas veces. Sin embargo, los romanos nunca consiguieron consolidar sus conquistas y tras su retirada se restablecía la situación inicial. A la vista de las numerosas guerras, la fronteras del Éufrates se demostraron sorprendentemente estables.

Para el siglo II d. C., las guerras con Roma y con los nómadas, y las luchas internas entre la nobleza parta había debilitado a los arsácidas hasta el punto de que ya no podían defender sus territorios sometidos. El imperio se dividió conforme los vasallos comenzaron a reclamar su independencia o eran sometidos por otros. Los arsácidas finalmente fueron derrocados por los sasánidas persas, que anteriormente eran un vasallo menor del suroeste de Irán. Ardacher mató en abril de 224 al último rey parto Artabán IV. Ardacher fue coronado rey y fundó la dinastía de los sasánidas.
 

 Bajo el gobierno sasánida, Partia fue incorporada a la provincia recientemente formada.

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